¿Imaginaría Suryavarman II, su fundador, que este centro de poder político y religioso del imperio jemer en el siglo XII, en el que habitaron más de 20.000 almas, que llegado el siglo XX se convertiría en centro de atracción turística y cultural de ciudadanos, no solamente de este reino del sudeste asiático, sino desde que fuera declarado por la UNSCO Patrimonio de la humanidad en 1992, de ciudadanos de todo el mundo? Una vez más la historia nos deja sus huellas para conocerla, sepamos de donde venimos y ayudarnos a comprender cual es nuestro destino. Los habitantes de Campuchea, cada festividad, no dejan pasar esta oportunidad.